lunes, 13 de agosto de 2012

"SONRISAS" Por Beatriz Pérez


<< -Cuidado, casi pisas a la pobre flor- la chica apartó con cuidado al niño pequeño. 
El niño miró extrañado a la joven mientras hacía una mueca.
-Si solo es una estúpida flor.
La chica se rió y le dijo que se acercase con la mano. Le mostró lo que él no podía ver.
-Mira, en esta bonita flor hay algo que no has visto.
-¿Una mariposa?¿Y qué más da? Solo es un bicho.
-Un bicho muy bonito y especial. ¿Sabes por qué? Porque esta mariposa le sacará una sonrisa a la próxima persona que la vea. Esa persona regalará su sonrisa a otra y la felicidad se expandirá y todo puede llegar a cambiar aunque sea por poco-. El niño la miró algo ofendido.
-¿Si es tan poco el cambio para qué preocuparse?
-Porque esos pequeños motivos se expanden y se convierten en una fuerza mayor. Una gota de agua es enana e insignificante, pero miles de gotas forman un poderoso océano en el que habitan miles de especies. ¿Comprendes?- el niño negó con la cabeza sin comprender.
-Lo entenderás cuando seas mayor pequeño. Ahora vete a jugar con tus amigos.
El niño le hizo caso y salió corriendo. Entre juegos se dio cuenta de una cosa: una niña había visto la mariposa de la que estaban hablando y su sonrisa resplandeció en su rostro. Su alegría llegó a un grupo de ancianas, luego a los amigos de estas. Las  madres se alegraban por sus hijos. La señora del quiosco tan gruñona se inundó en la ajena felicidad e hizo un descuento a uno de sus clientes. Y ese cliente al salir regaló el vuelto a un señor viejo. 
Se sorprendió al notar que él también tenía una sonrisa. >> Beatriz Pérez

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