viernes, 31 de agosto de 2012

"CICLO VITAL" Por Andrés Marciales


Abrió los ojos al llegar a éste mundo y el sol le regaló un brillo especial a su mirada. Intentó moverse, caminar, pero sus pequeños y débiles pies simplemente conseguían arrastrar su cuerpo. Aprendió a observar, donde otros solo logran ver. Y comenzó a fantasear con volar, cruzar el cielo. Se dedicó a luchar por sus sueños, no le bastaba soñar.  
Una noche, extrañando su preciado sol en medio del frío, sintió como una suave manta lo cubría. Agradeció el calor y cayó en una profunda siesta, que duró minutos, horas, días. Al despertar se descubrió con nuevas alas, como un adulto, capaz de hacer nuevas cosas, con más libertad, ahora podría llegar donde quisiese. Intentaría llegar al sol.
Celebraba sus renovadas fuerzas dando vueltas en medio del jardín de flores, cuando la conoció. Se buscaron, se olieron, se tocaron. Bastó un breve segundo para saber que eran el uno para el otro. Se amaron. 
Ella al poco tiempo tuvo sus primeras crías. Él ahora estaba más decidido a luchar, había encontrado en el amor el impulso que le faltaba. 
Decidió abrir sus alas y alzar el vuelo, hasta llegar a su más preciado tesoro: al sol. Voló, sin descanso, ni tregua, hasta fundirse en él. Desapareció en el dorado calor y se transformó en un pequeño rayo de luz que iluminaría los ojos de un niño que acababa de nacer.
Como el ciclo vital de las mariposas, debemos entender que nada se pierde, todo se transforma. Es un  ciclo sin fin. Un ciclo que lo envuelve todo. 
Andrés Marciales

No hay comentarios:

Publicar un comentario